martes, 12 de julio de 2016

Raúl Gorrín: ¿Cómo distinguir un empleado excelente?


Por Raúl Gorrín. ¿Cómo es el trabajador excelente con el que aspira contar todo empresario emprendedor? La excelencia tiene sus características y aquí nos referiremos a esos atributos que distinguen al trabajador ejemplar.

Según se ha podido recoger a través de encuestas realizadas a distintos empresarios, el ideal de este tipo de trabajadores son aquellos concentrados en los que hacen. Se enfocan en la labor o tarea a realizar, así como en los objetivos de la organización. No permiten que los problemas externos los perturben en el trabajo. Esto último incluye el no dejar que menudencias en el quehacer le distraigan de sus objetivos.

Aquellos trabajadores tenidos como excelentes no cumplen con sus funciones con el fin de obtener una retribución o gratificación, sino por el mero deseo de hacer las cosas bien. No es que no aprecien ser recompensados, sino que este premio no tiene que venir de inmediato. Pueden esperar por él.

Ante los conflictos, los trabajadores ejemplares saben actuar y responder con mesura y buen juicio. Evitan los contratiempos, pero en caso de que se presenten no se dejan sobrepasar por ellos. Mantienen la calma frente a las situaciones críticas. Incluso, el trabajador excelente es capaz de soportar los ataques personales, todo por alcanzar el objetivo común que se ha trazado la empresa.

Igualmente, los trabajadores ejemplares se caracterizan por su valentía. No se quedan callados, formulan sus planteamientos y dudas sin temor, incluso, para impugnar una decisión ejecutiva mal tomada. Eso sí, en sus intervenciones hay equilibrio, pueden reconocer lo bueno pero no tienen empacho cuando de sostener que se ha incurrido en un error, se trata. Los problemas son incidentes que se deben solucionar de inmediato y así lo hacen.

El ego del trabajador ejemplar no es problema, lo han aprendido a controlar, no lo exaltan, admiten los errores cuando corresponde. 

Son responsables con el trabajo, no dejan nada a medias. Asumen las consecuencias de sus decisiones. 
No se sienten satisfechos por cualquier cosa. Siempre quieren dar más. 

Se ganan el aprecio de sus compañeros porque tienen un alto sentido de la sociabilidad. Son amables. Son íntegros y líderes. Se puede confiar en ellos. 

Ante los clientes defienden los intereses de la empresa. Sus jefes no tienen problemas enviarlos con ellos pues saben que realizarán una buena labor.

Gente tóxica existe en todas partes y frente a ellos, los trabajadores ejemplares tienen una increíble capacidad para neutralizarlos y dejarlos fuera de combate. 

Mire ahora a su alrededor y ubique a los trabajadores ejemplares de su empresa.



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