Por
Raúl Gorrín.- Desde que el Internet hizo acto de
aparición en la vida del hombre se desató toda una revolución en todos los
órdenes: Más información, acceso inmediato a innumerables fuentes, interacción
personal y organizacional, comunicación instantánea local, nacional e
internacional.
¿Quién puede negarlo?
La vida se hizo mucho más fácil desde la
llegada del Internet.
En el ámbito empresarial no lo es menos,
pues todos los recursos que el mundo web trajo consigo, tales, como correo
electrónico, data, información sobre clientela, plataformas de intercambio con
el usuario-cliente, etc., contribuyeron a incrementar la productividad y, por
ende, el rendimiento.
¡Éxito total!
Pero, ¿siempre es así?
Lamentablemente no. Conforme trajo grandes
beneficios, Internet también ha traído problemas al constituirse del mismo modo
en un elemento distractivo y hasta perturbador cuando su uso es inadecuado.
De hecho, no pocas organizaciones han
optado por instaurar medidas para que el acceso a internet dentro de sus
instalaciones sea únicamente para asuntos de índole laboral. La solución suele
ser el delimitar el uso de acuerdo las funciones de los empleados.
Por lo general se imponen tres niveles de
acceso a Internet en las organizaciones.
El primero ilimitado para presidentes,
altos directivos, gerentes.
El segundo, la navegación solamente en
páginas relacionadas con el negocio. Se bloquean correos de uso privado, la
mensajería instantánea, los chat, etc.
El tercero, acceso sólo a páginas
relacionadas con la empresa.
Sobre los departamentos de informática
recae la responsabilidad de supervisar y auditar que estas medidas se cumplan.
Ni hablar de las páginas de contenido para
adultos, entretenimiento o violencia. Estas están absolutamente vedadas. Violar
estas restricciones es generalmente tomado como una falta grave.
Por su parte el departamento o dirección de
recursos humanos, debe elaborar directrices, establecer políticas y
procedimientos dirigidos a hacer cumplir estas restricciones, difundiéndolas de
manera permanente entre todo el personal.
Por otra parte, se trata de un asunto de
seguridad. Es necesario proteger a la empresa de los virus que generalmente
proliferan en las páginas de entretenimiento.
Así que, sin duda, internet es una
herramienta de mucha utilidad y beneficio pero su uso debe ser restringido para
que no interfiera con la productividad de la organización.
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