Por Raúl Gorrín.- Antes de que ejecutar un proyecto empresarial, es preciso
que emprendedores y gerentes tengan clara la estructura de su empresa, es decir, la manera en que
estará organizada para su buen funcionamiento.
En este proceso se definen elementos como la autoridad, el modelo de
liderazgo, la distribución de funciones, los recursos disponibles o los canales
y medios de comunicación, entre otros. Las
empresas pequeñas o medianas también requieren de un trabajo de organización,
aunque no en la misma medida.
No obstante, organizar una empresa no es tarea
sencilla. Requiere
visión, disciplina, conocimiento, habilidades de gestión y una pequeña dosis de
intuición.
Esta labor recae en el líder o gerente del negocio. Nadie mejor que él
para saber lo que necesita la empresa y tomar las decisiones más acertadas en
este terreno.
Recomendaciones:
·
Niveles:
Se refiere al modelo jerárquico de cada organización. Las empresas
grandes suelen tener varios niveles de funcionamiento, mientas las medianas o
pequeñas no suman más de tres. Cuanto menos se noten los niveles jerárquicos
mejor será el clima laboral.
·
Cargos o responsables:
Es importante que cada persona ocupe el lugar que le corresponda. No
sólo por la persona en sí misma, que de esta forma podrá desarrollarse
profesionalmente, sino también para la gestión del talento. Un trabajador mal
posicionado puede ser un talento mal empleado y, a la vez, un obstáculo para
las tareas que se le deleguen.
Recursos:
Las empresas funcionan gracias a sus recursos, que pueden ser técnicos o humanos. La
dirección necesita saber cómo combinarlos para obtener los mejores niveles de
rendimiento y productividad.
·
Estilo de liderazgo:
Las empresas no tienen un único estilo de gestión. Lo lógico es que sus
responsables recurran a diversos tipos de liderazgo, por ejemplo, las especializadas
en tareas a corto plazo tienden a adoptar estilos de dirección centralizados;
otras prefieren modelos más participativos y democráticos.
·
Delegar
Aun cuando el gerente asuma varias responsabilidades a la vez, tal como
sucede en algunas empresas pequeñas, es necesario delegar en otros. Este paso
también forma parte del proceso de organización y deben tenerse en cuenta dos
elementos: las capacidades de las personas elegidas para ello y su
compatibilidad y disposición hacia las tareas que le serán encomendadas.
·
Canales de comunicación:
El éxito de muchas empresas reside en cómo se gestiona la información
que circula en sus distintos niveles, es necesario definir a través de qué
medios la dirección se comunicará con los niveles más bajos de la estructura o
viceversa, sin olvidar, claro está, la retroalimentación.
·
Clima laboral:
Todos los elementos mencionados serán los que conformen el clima laboral,
por tanto, la pregunta para el gerente es qué tipo de ambiente desea crear.
Recordemos que el concepto de clima laboral está asociado al nivel de bienestar
y satisfacción del personal de una empresa.
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