Por Raúl Gorrín.- Gestionar y manejar
nuestras emociones es una de las habilidades más importantes que podemos
aprender. Forman parte de la inteligencia emocional y si la desarrollamos
tendremos una mayor calidad de vida, desarrollaremos mejores relaciones
personales y tendremos más éxito profesional.
Explicaremos en estas formas cómo controlar las emociones y
sentimientos para tener una vida más placentera, construir buenas relaciones y
evitar conflicto:
1_Busquemos formas de
distraernos:
Cuando sintamos rabia o mucha, nunca
dejemos que estos sentimientos nos invadan; tratemos de cambiar de sintonía
inmediatamente. El motivo de la rabia o de la ansiedad seguramente lo tienes
definido, no reflexiones más al respecto. La distracción es muy efectiva para
emociones como la ira y la ansiedad, cuyos efectos se ven al corto plazo.
2-Pensemos en nuestro
futuro más próximo
Cuando estamos tristes, confundidos y
no podemos pensar con claridad, esta práctica puede sernos de gran utilidad. Sea lo
que sea que nos está impidiendo pensar con claridad, pongámosle un freno.
La incertidumbre es uno de los sentimientos más
difíciles de manejar. Es el ingrediente clave para desatar la ansiedad y luego
sobreviene la angustia por no poder resolver las cosas.
3-Practicquemos
técnicas de relajación o meditación
Está demostrado científicamente que la meditación ayuda a eliminar los
pensamientos negativos. Nada tiene que ver con creencias filosóficas o
religiosas. Solo son prácticas que promueven un estado de relajación y
desconexión de todo lo que abruma. Estás en la era digital
y nuestra mente es bombardeada diariamente con mucha información instantánea.
Todo está pensado para que las cosas sean más rápidas y no tengamos que
esperar. Deberíamos desconectarnos de lo cotidiano, practicar técnicas de relajación,
relajar nuestra mente y liberar el estrés.
4- Veamos las cosas
desde otra perspectiva
No es sencillo, especialmente estando
viviendo una situación que nos genera angustia o miedo, pero es absolutamente
necesario. No importa lo que tengas pensado hacer o si aún no hemos
pensado en nada. Cuando las emociones están a flor de piel tenemos una óptica
muy acortada de lo que está ocurriendo.
5-Desarrollemos un
espíritu crítico
Si podemos hacerlo cuando nuestras
emociones aun no nos han invadido entonces mejor. De esa forma podemos hacer
una valoración más objetiva. Si hay una emoción que nos hace sentir mal y es
recurrente entonces hay algo que no está bien. Cuando vivir una
situación angustiante o de mucha ira es frecuente, evidentemente hay algo en ti
que está fuera de control. Eso no significa que seas culpable o tengas defectos
irreversibles. Eso significa que hay cosas de ti que puedes modificar.
6-Encontremos el motor de nuestras
emociones
Sea cual sea la emoción que
experimentemos, que nos haga sentir bien o mal, es necesario que comprendamos
cómo se activa el mecanismo que la desencadena. El comprender por qué
actuamos o sentimos de determinada forma antes ciertos estímulos, forma parte
del primer concepto de inteligencia emocional. Para poder
modificar o controlar algo, hay que tener bien identificado a ese “algo” y
conocerlo bien.
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