Por Raúl Gorrín.- Quienes invierten su dinero en bienes
inmuebles deben permanecer atentos para saber determinar el momento preciso
para realizar sus operaciones. El gran error que se comete suele ser el no
vender en el momento adecuado.
Y es que en torno a la inversión inmobiliaria han surgido
algunos mitos que frenan a los inversores en su accionar y terminan cayendo en
la trampa de no vender a tiempo.
1. No enfocarse en maximizar el rendimiento de la inversión.
Las personas pueden incurrir en el error de no hacer una
medición del rendimiento alcanzado ni su potencial. Lo pertinente es hacer
comparaciones con otras alternativas de inversión para tomar una decisión.
La tendencia suele ser el reunir con mucho esfuerzo el
suficiente dinero para comprar un inmueble y cuando se está en posesión de este
se concentran en tratar de volver a reunir más dinero para comprar otro
inmueble y conservar ambos, en lugar de enfocarse en maximizar el rendimiento
del capital invertido inicialmente.
Cuando se compra el inmueble y se mantiene sin vender sólo
se logra duplicar la inversión, mientras que cuando se piensa en maximizar el
rendimiento se puede multiplicar por 10 el capital invertido en 20 años.
La inversión pasiva, es decir la señalada en principio,
llevaría a tener que esperar 150 años para lograr multiplicar por 10 la
inversión inicial en contraste con lo que planteamos.
2. Pensar que los bienes inmuebles siempre suben de precio y
no bajan.
Los expertos creen que cuando se logra una fuerte
apreciación de un inmueble en un tiempo de cinco años, es sumamente difícil que
esta situación se mantenga.
Las personas muchas veces se abstienen de vender cuando los
inmuebles están aumentando rápidamente de precio en la creencia de que esto va
a ser así por siempre. No se aprovecha la demanda en el momento indicado.
Tener esta actitud puede llevar a perder todo lo ganado.
3. Aferrarse a las creencias.
Es una vieja tendencia de los abuelos esa de comprar casas y
nunca venderlas.
Por lo general las creencias culturales afectan mucho las
inversiones inmobiliarias.
4. Distinguir entre el inmueble para vivir y el inmueble
para invertir.
A las personas les cuesta mucho asimilar este asunto, lo
cual los lleva a perder mucho dinero. La casa de sus sueños es la que usted
habita, así como la que tiene para vacacionar, pero hay que distinguir en los
inmuebles que se adquieren como inversión.
Comprar inmuebles con el mismo criterio con que adquiere
casa para vivir, puede llevarlo a no considerar el rendimiento de la inversión.
5. Por falta de conocimiento.
No pocas veces las oportunidades de vender se desaprovechan
sencillamente por falta de información y conocimiento de cómo opera el mercado
inmobiliario.
La solución es asesorarse con expertos que pueden ayudarle a
evitar un mal negocio.
6. Detenerse por los costos de operación.
Vender tiene costos de operación, tales como notarías,
comisiones, impuestos, etc. Esto es algo que frena a las personas, quienes
terminan perdiendo grandes oportunidades de obtener buenas ganancias.
7. Sobrevalorar el inmueble vale más de lo que en realidad
es el valor imposibilita innumerables ventas.
Es preciso informarse de los precios que se manejan en el
mercado para no caer en irrealidades.
Los inmuebles deben mantenerse durante las fases de
recuperación y expansión de los mercados y venderse cuando antes de que el
precio comience a estabilizarse.
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