viernes, 5 de mayo de 2017

Calidad de vida: eje fundamental de la RSE





Por Raúl Gorrín.- Uno de los temas relevantes que distinguen a las empresas con Compromiso Social Empresarial (CSE) es lo referente a la calidad de vida de nuestros empleados, principalmente porque conlleva una serie de acciones que favorecen su desarrollo integral como personas. Antes de pedirles que den un resultado cuadrado en sus puestos de trabajo, es necesario tratarlos con la dignidad que merece el ser humano y darles condiciones favorables para que lleven a cabo sus tareas y responsabilidades. 

Tener una buena calidad de vida significa que nuestros trabajadores cuenten con oportunidades de crecimiento, reconocimiento y fortalecimiento en sus fuentes de trabajo. De esta manera la satisfacción laboral nace de la calidad de vida que le podamos ofrecer a nuestros empleados mediante condiciones que mejoren sus niveles actuales.

Estas circunstancias pueden consistir en programas de atracción y retención del talento, compensaciones justas de acuerdo al desempeño, planes de beneficio para la salud, o actividades tan simples como fomentar la buena convivencia y trato justo entre todos con el fin de mejorar la comunicación y el trato del día a día.

Vale la pena mencionar que la productividad y la rentabilidad en las empresas es consecuencia directa de la buena calidad de vida que se tiene; por ello, es muy importante que apoyemos los programas que favorezcan que la gente se sienta con un alto grado de satisfacción, un eje fundamental que marca los principios de la responsabilidad social. Esta nos muestra claramente que el bienestar de los empleados está relacionado directamente con una alta productividad en nuestras empresas, lo cual se considera como un compromiso recíproco. Los colaboradores se encuentran a gusto trabajando y cumplimos con brindarles una excelente calidad de vida.

Seguidamente mencionamos algunas condiciones que nos ayudan a favorecer esa calidad de vida: 

Balance trabajo-familia: Establece las condiciones para guardar el equilibrio entre la jornada laboral y la familia.

Plan de comunicación de puertas abiertas: Favorece los canales de comunicación entre subordinados y jefes, quienes hablan directamente sobre tópicos de interés común.

Condiciones de trabajo: Establece condiciones estándares para llevar a cabo las tareas asignadas a los puestos.

Salarios justos: Establece salarios competitivos de acuerdo al mercado y al puesto desempeñado, además de generar equidad interna.

Horarios flexibles: Permite otorgar horarios de acuerdo al tipo de trabajo asignado, en condiciones especiales.

Plan de desarrollo personal: Establece un plan de carrera y desarrollo profesional acorde al potencial de crecimiento que se tenga contemplado en los colaboradores.

Programas de salud: Previenen riesgos para la salud a los que un trabajador está expuesto en condiciones especiales.

Seguridad en el trabajo: Garantiza la integridad del colaborador en el lugar físico de trabajo.

Programas de capacitación: Permiten la formación continua en temas relacionados con la actividad que desempeña el trabajador.

Modelo de equidad de género: Establece igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres.


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