miércoles, 10 de mayo de 2017

Pensamiento negativo: Piedra de tranca para el emprendedor






Por Raúl Gorrín.- La mejor idea de negocio, el mejor proyecto, el plan más ingenioso, están condenados al fracaso si no están acompañados de un emprendedor entusiasta y dispuesto a darlo todo y a arriesgarse por sacar a flote la empresa con la que siempre ha soñado. Pero un mal parece haberse instaurado en la sociedad de los últimos años, cuyos síntomas vemos a diario ponerse de manifiesto, especialmente en las redes sociales: el pensamiento negativo.

La negatividad en el ser humano parece ser un mal contagioso y una de sus vías para expandirse son la referidas redes sociales que surgieron tras la aparición de internet en la escena mundial.

Todos los conocemos, los negativos son esos seres que avanzan por el mundo poniéndole peros a todo, buscándole la quita pata al gato, descifrando donde está el lado malo de toda idea o propuesta.
El pensamiento negativo es un freno, una piedra de tranca de enorme magnitud para cualquier modelo de negocio por más creativo e ingenioso que este sea. 

El escepticismo parece haberse apoderado del espíritu emprendedor, especialmente de los más jóvenes, por lo que es menester actuar lo antes posible para contrarrestar esta tendencia.

Los bancos y los inversionistas están aguardando por gente que se mueva, que dinamice la economía a través de sus propuestas de negocio, pues son ellos los que le permitirán incrementar sus capitales.

Existen miles de necesidades en el mundo que sólo están aguardando por alguien dispuesto a encontrar una manera de satisfacerlas, de emprendedores con el vigor y energía necesarios para poner en funcionamiento las soluciones que requiere el mundo.

El pensamiento negativo no conduce a ninguna parte, bueno sí, al fracaso y a la frustración que invade a quien no intenta ni procura nada, de quien no se arriesga a hacer realidad sus ideas.

Por tanto, evite el pensamiento negativo a como dé lugar, evádalo y aléjese de quienes lo propagan por aquí y por allá. 

Rodéese de gente que sume y no que reste, de personas que le inyecten entusiasmo y lo conminen a hacer sus sueños realidad. 

Hágase acompañar de gente que le aporte y a quien usted también pueda aportar. El entusiasmo también es contagioso.

¡Adelante!
¡Ponga sus ideas en funcionamiento!


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