Por Raúl Gorrín.- Sobre todo en época de crisis es necesario
incrementar el esfuerzo para hacer crecer y optimizar las organizaciones. Por
dura que sea la situación es necesario, imprescindible, redoblar la lucha para
que los negocios se desarrollen, produzcan más y sean más rentables.
Es preciso cuantificar y evaluar el desempeño de su empresa
o emprendimiento a objeto de determinar dónde están las fallas y dónde las
fortalezas, para corregir las primeras y catapultar las segundas. Es preciso
determinar cómo es la gestión del tiempo, si lo invierte en actividades
verdaderamente productivas o no.
Es menester no perder el tiempo en reuniones inútiles, sino
puntualizar en el estudio de la situación que se viva, aprovechar y sacarle
todo el provecho posible a las horas que se dedican al trabajo para, luego de
esto, entonces poder plantear establecer medidas de flexibilidad, tal como el teletrabajo.
Pero, lo primero es lo primero.
En el mercado existen herramientas automatizadas que le
permiten hacer evaluaciones confiables de la gestión de su empresa o
emprendimiento. Con ellas es posible procesar datos que revelan el
comportamiento de la organización y, a
partir de allí, de manera objetiva, hacer los ajustes necesarios respecto al
tiempo y los procesos, de manera de perfeccionarlos lo más que se pueda.
Es sumamente importante dejar de lado la pretensión de
llevar a cabo estos procesos de evaluación únicamente desde la alta gerencia de
las empresas. Es indispensable incorporar a los trabajadores con el objetivo de
que ellos perciban qué es lo que está sucediendo, cómo los afecta, cómo afecta
a la empresa y qué pueden hacer para superar la situación.
Los empleados deben identificarse con la cultura empresarial
y valorar en su justa dimensión su papel dentro del proceso productivo, su buen
hacer y corresponsabilidad en el mismo. El trabajador debe dejar atrás la
tendencia al presencialismo y asumir una posición proactiva en el seno de las
organizaciones.
Esto redundará en trabajadores eficientes, eficaces,
efectivos y productivos que aportan valor a la empresa porque tienen conciencia
que ellos forman parte de la misma, son pieza importante de ella, sabedores de
que optimizar es beneficiarse a sí mismos.
Cuando el empleado se hace consciente de su
corresponsabilidad entonces los programas de flexibilización laboral serán
posibles.
Por tanto, la labor de evaluación debe ser conjunta para que
sea posible la optimización.
Es que sólo así los trabajadores dispondrán de los datos necesarios
para saber cómo mejorar su gestión del tiempo y, por ende, aumentar su
eficiencia y eficacia.
Visita también:
SÍGUEME..
No hay comentarios:
Publicar un comentario