Por Raúl Gorrín.- ¿Trabajar en equipo ayuda a que las ideas se hagan realidad o todo contrario? La respuesta incluye ambos escenarios. Por un lado, una idea aislada puede tomar forma con la ayuda de otras personas. En este sentido, hay un dicho que dice que “dos cabezas piensan más que una” es una verdad indiscutible.
Sin embargo, para muchos creativos, es mejor empezar en soledad, y después incorporar más gente para tener una lluvia de ideas. Cuando el problema es simple, por ejemplo, elegir el nombre de un producto, algunas veces es más productivo trabajar de manera aislada.
Las personas que trabajamos solas obtenemos una lista más larga y completa de ideas. Somos más productivos. Otra manera de obtener resultados es pedirles a los miembros del equipo que trabajen por separado y que aporten en sus notas en una lluvia de ideas de grupo.
La tormenta de ideas es muy útil en muchas situaciones donde se requiere creatividad y un pensamiento cognitivo o del conocimiento. Ya sea que necesitemos idear un nuevo producto para nuestro negocio o necesitemos crear un concepto para nuestro próximo proyecto de marketing.
En estos consejos recomendamos como fomentar una lluvia de ideas:
Definamos el grupo de trabajo y al facilitador: No existe un número establecido de personas para la formación del grupo, sin embargo, se recomienda que sea superior a 5 y que no tenga más de 10 personas. En cualquier caso, es importante buscar personas de actitud abierta, flexibles y tolerantes al cambio. Es necesario que un facilitador experimentado dinamice al grupo.
Mantengamos el enfoque. Comencemos por definir el problema en cuestión, idealmente relacionado con la necesidad del cliente. No dejemos que la discusión se aleje demasiado de este punto.
Formulemos preguntas. Formulemos interrogantes que detonen la conversación y aborden perspectivas diferentes, esto servirá para generar ideas distintas e incluso evaluar qué tan bueno es un concepto.
Fomentemos Focus Grupo. Conozcamos a la gente involucrada en el tema. Es recomendable preguntarle que le gustaría ver o hacer. Esta técnica permite considerar la opinión de los consumidores para decidir qué tan eficiente es un empaque, un slogan o un jingle.
Una buena estrategia es crear equipos de generación de ideas, obviamente de cada grupo surgirán diferentes, lo que permite explotar la capacidad creativa y el liderazgo de más personas al mismo tiempo.
Cumplamos las reglas. Es recomendable aclarar de antemano las normas y supervisar que todos las cumplan. Éstas pueden incluir: hacer juicios al final, tener una conversación a la vez, privilegiar la cantidad, ser visual y fomentar ideas disparatadas, diferentes, etc.
Pensemos visualmente. Escribamos las ideas en un lugar donde todo el mundo pueda verlas, moverlas y reagruparlas
Preparar. Antes de tener una lluvia de ideas es aconsejable realizar una dinámica o inducción al tema en cuestión. Puede ser un viaje, conversaciones con clientes o un taller, entre otras actividades.
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