Por Raúl Gorrín.- En las organizaciones el trabajo no
siempre se lleva a cabo con la plantilla de empleados de esta, sino que debido
a algunas circunstancias o especificidades de algunas labores, se tiene que
recurrir a la contratación de actores externos a la empresa.
En algunas oportunidades se trata de trabajo de
entrenamiento al haber adquirido alguna nueva maquinaria o tecnología, o a una
asesoría que busca optimizar algunos procesos o corregir algunas fallas que se
estén suscitando en la organización.
Pero cualquiera que sea la razón, lo importante es hacer que
la convivencia entre unos y otros —internos y externos— se lleve a cabo de la
mejor manera posible, en los mejores términos de armonía y provecho mutuo.
Sea que estas
personas se desempeñen freelance,
stakeholder o asociados, lo fundamental es desarrollar una relación óptima
con los elementos externos. Es necesario entender que lo importante es lograr
que el beneficio para la empresa se alcance y, por consiguientes, para los
internos que seguirán en labores tan pronto los externos culminen su trabajo y
se vayan.
Si por las características del contrato los actores externos
tienen que mantenerse en permanente relación pues a ellos corresponde el
control de su actividad en nuestro negocio, pues entonces hay que hacer todo lo
posible y lo imposible para lograr llevar la fiesta en paz.
¿Qué hacer para mantener una buena relación? Veamos:
1. Hay que alinear los intereses de ambas partes.
Es indispensable entender que al trabajar con una empresa asociada
o persona en particular, cada una de las partes mantendrá sus propios intereses
pues cada uno trabaja en función de sus propios objetivos y metas.
Lo pertinente, entonces, es hacer que los intereses de uno y
otro converjan y se enrumben por un mismo camino. Es decir, corresponde a las
partes, configurar los intereses que sean comunes de manera que permitan llevar
a cabo las labores remando en un mismo sentido y todos se vean beneficiados.
En lo que respecta a los intereses particulares de cada
parte, una buena actitud es colaborar con el otro para que pueda cumplir sus
propias metas entendiendo que si ellos mejoran también lo haremos nosotros.
2. Es necesario centrarse en el apoyo mutuo.
Cuando un actor externo se suma a nuestra cadena de
producción es imprescindible que se produzca un apoyo mutuo. La idea es que
ambas partes se hagan el trabajo más fácil.
Configurar una red de apoyo al equipo subcontratado puede
contribuir grandemente a enrumbar a ambas empresas al éxito más prontamente y
de manera sostenida en el tiempo.
Producir en estas condiciones será más eficiente, eficaz y
efectivo.
3. Hay que defender su marca con vigor.
La imagen de la marca hay que preservarla a como dé lugar.
Se trata de un activo invaluable que no puede dejarse perder por malos
entendidos ni acciones que puedan malograrla. Es por ello que es importantísimo
analizar y evaluar cuidadosamente la contratación externa y verificar que la
actuación de esta última no afecte a nuestra marca de ninguna manera. Hay que
asegurarse que ambas marcas estén protegidas.
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