Por Raúl Gorrín.- Escuchar es clave. Saber lo que piensa el
otro, lo que tiene que decirnos, es sumamente importante. Algunos sólo escuchan
lo que en su propia mente da vueltas y vueltas mientras fingen poner atención a
los demás.
Es necesario saber atender a otra voz distinta a la propia.
Tal vez allí a su lado está la respuesta que lleva tanto
tiempo queriendo encontrar.
Para todo emprendedor es vital esto de escuchar.
Saber lo que clientes y trabajadores tienen que decirle es
fundamental para el crecimiento y desarrollo de su organización.
Además, escuchando y estableciendo un sistema de
retroalimentación con clientes y empleados puede construir una base de
seguidores leales para su marca.
He aquí algunas técnicas para aprender a escuchar:
1. Disponga su lenguaje corporal a la atención de los otros.
Esto es sumamente importante pues revela el grado de interés que tiene en lo
que los demás tienen que decirle. Escuchar activamente es percibible porque la
persona se inclina ligeramente hacia adelante y establece contacto visual con
el otro. Sonreír y asentir son gestos que muestran cuán está interesado en
conocer lo que el otro piensa.
Cruzarse de brazos o poner las manos en los bolsillos es
muestra de desinterés, algo que solamente genera desmotivación en las otras
personas respecto a usted.
2. Manténgase involucrado y enfóquese en la persona con la
que habla y no en lo que sucede alrededor. Esto opera, incluso, para cuando
conversa por teléfono. En este último caso, retire su atención de la computadora
u otro elemento que lo distraiga.
3. Contenga sus deseos de interrumpir al otro para exponer
sus propias ideas. Ya habrá tiempo para esto, entretanto, escuche a que el otro
termine su exposición. No lo haga ni siquiera para rematar con frases que
pudieran completar el sentido de lo que la otra persona dice. Lejos de
demostrar su interés en lo que ella dice, sólo muestra sus ganas de figurar.
4. Pregunte y demuestre que el tema le interesa, que lo está
siguiendo y quiere saber más y conocer todas las aristas del pensamiento de su
interlocutor. Las preguntas pertinentes hacen sentir bien a quien habla con
usted.
Pida aclarar aquello que no entiende de la exposición del
otro.
5. Entrene su atención y practique la empatía. Escuche con
todo su cuerpo, no solamente con sus oídos, también son su corazón. Hágale
sentir al otro que le importa. No tiene que estar de acuerdo con la otra
persona pero sí imaginar cómo se siente. Póngase en sus zapatos.
Deseche para siempre el hábito de pensar qué dirá usted en
lugar de escuchar lo que el otro está diciendo al momento.
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