Por Raúl Gorrín.- Los emprendedores se caracterizan por su
vitalidad, por su tenacidad y empeño a la hora de alcanzar sus objetivos y
metas, por su capacidad resiliencia, de empatía y, además, por su espíritu de
libertad. Así que hay mucho que aprender de ellos, actuar como ellos, aunque en
la práctica usted simplemente no sea un emprendedor.
Para la mayoría de los emprendedores, ser su propio jefe es
un asunto invalorable, fundamental y de lo que más aprecian de su trabajo. La
libertad es, sin embargo, una aspiración que se torna difícil de alcanzar para
aquellos trabajadores de dependen de un sueldo.
Pero si bien no puede ser su jefe en el seno de su
organización donde mantiene una relación de dependencia, sí puede constituirse
como el jefe de su propio destino y avance profesional.
Usted debe aprender a trabajar para usted mismo, así sobre
usted tenga 8 puestos de jerarquía.
El asunto consiste en desarrollar esquemas de trabajo y
procesos personales para llevar a cabo sus tareas dentro de la empresa en la
que labora. No le estamos diciendo que desobedezca y se rebela ante las
directrices de la compañía, sino que crezca y se desarrolle profesionalmente,
de tal manera de establecer sus modelos de gestión.
Esto lo llevará a alcanzar una destreza y experiencia tal,
que lo capacitará para confrontar decisiones cuando esté seguro de que
sencillamente están equivocadas y usted, sin pedanterías podrá sugerir nuevas
maneras de llevar a cabo el trabajo dentro de su oficina.
Además, recuerde que la mejor manera de crecer y ascender en
su trabajo es través de la de resultados a su jefe.
Le advertimos que sugerir nuevos procedimientos para
maximizar la productividad y la rentabilidad requiere de mucha “mano zurda”,
mucha inteligencia para hacer los planteamientos sin que se entienda que usted
pretende “serrucharle” el puesto a alguien.
Es cuestión de tener iniciativa, ser creativo e innovador.
Los líderes empresariales auténticos aprecian esta actitud en sus empleados.
Es solamente cuestión de actitud e inteligencia, no lo
olvide: Conviértase en emprendedor aunque en la práctica no lo sea.
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